"Inquisiciones" fue el primer volumen en prosa publicado por Jorge Luis Borges, editado en 1925 y luego El tamaño de mi esperanza y El idioma de los argentinos. En él, sin embargo, se encuentran ya gran parte de los temas y obsesiones recurrentes del escritor argentino, así como el sello inconfundible de su estilo. Para no olvidar, Inquisiciones es de 1925, El tamaño de mi esperanza es de 1926 y El idioma de los argentinos es de 1928. Aquí un poema de Diego de Torres Villarroel, edición póstuma de 1795 incluida en Inquisiciones. Describe algunas cosas de su corte: Pasa en un coche un pobre Ganapán, mintiendo Executorias con su tren, pasa un Arrendador, que en un vayvén se nos vuelve a quedar Pelafustán: pasa después un grande Tamborlán, llevando la carroza ten con ten y pasa un simple Médico también parando el coche por cualquier Zaguán. Pasa un gran Bestia puesto en un Rocín, pasa como abstinente el que es Ladrón, pasa haciéndose Docto el Matachín: todo es mentira, todo co...
Hacia 1905, Hermann Bahr decidió: "El único deber, ser moderno". Veintitantos años después, yo me impuse también esa obligación del todo superflua. Ser moderno es ser contemporáneo, ser actual: todos fatalmente lo somos. Nadie - fuera de cierto aventurero que soñó Wells - ha descubierto el arte de vivir en el futuro o en el pasado. No hay obra que no sea de su tiempo: la escrupulosa novela histórica Salammbó, cuyos protagonistas son los mercenarios de las guerras púnicas, es una típica novela francesa del siglo XIX. Nada sabemos de la literatura de Cartago, que verosímilmente fue rica, salvo que no podía incluir un libro como el de Flaubert. Olvidadizo de que ya lo era, quise también ser argentino. Incurrí en la arriesgada adquisición de uno o dos diccionarios de argentinismos, que me suministraron palabras que hoy puedo apenas descifrar; "madrejón", "espaldaña", "estaca pampa"..." La ciudad de Fervor de Buenos Aires no deja nunca de ser ín...